Además de los ya conocidos beneficios nutricionales que posee el pecán, hay razones culturales que explican su consumo tan extendido en todo el mundo, principalmente en Estados Unidos y México, países que lideran la producción mundial del fruto.
Los primeros registros del pecán datan del siglo XVI, los nativos de las regiones precoloniales del centro y el este de América del Norte y los valles de los ríos de México usaban las nueces pecán como fuente principal de alimento porque estaban fácilmente disponibles. Se cree que su nombre se deriva de la palabra nativa americana (Algonquin) "pacane" que significaba "nueces que requieren una piedra para romper". Incluso se utilizaron como moneda entre los pueblos nativos americanos durante un tiempo. La dependencia de las tribus de la nuez tanto para la nutrición como para el comercio estimuló su cultivo del árbol de nuez.
Hacia fines de 1700 y principios de 1800, los colonos estadounidenses comenzaron a usar la popular nuez en el comercio con gran éxito. Para satisfacer la demanda, a los árboles silvestres dispersos se sumaron plantaciones organizadas en volumen pero que daban frutos de distinto tamaño y características y fechas de maduración.
La primera plantación registrada de pecán de Estados Unidos tuvo lugar en Long Island, Nueva York, en 1772 y a partir de ese entonces el desarrollo del mercado fue bastante rápido. Al mismo tiempo a nivel doméstico, los colonos comenzaron a plantar pecanes en jardines propios y comunitarios por las características ornamentales del árbol además de, a esa altura, el ya conocido sabor dulce y cremoso del fruto.
Pero fue en Texas donde comenzaron aparecer las preparaciones a base de pecanes que llegan hasta hoy, como el famoso pecan pie, y las primeras recetas aparecen en los libros de cocina de Texas en las décadas de 1870 y 1880. La primera receta que más se asemeja a lo que conocemos hoy como el pecan pie se publicó en 1898 en un libro de cocina realizado por una iglesia.
A principios del siglo XX, las recetas de pecan pie comenzaron a aparecer fuera de Texas, pero su popularidad a nivel global llegaría en la década de 1920 cuando el fabricante de jarabes Karo Syrup (www.instagram.com/karo_corn_syrup) comenzó a imprimir una receta en los envases del producto. La amplia distribución del jarabe de la marca Karo incentivó la preparación de la receta en muchos hogares convirtiéndose en una tradición que se sucedió de generación en generación.
